miércoles, 25 de septiembre de 2019

Cooperative learning in Svendborg Day 3 La última hora del día es con el grupo de alumnos de “4º ESO” que estuvieron en La Mojonera con el Proyecto Erasmus+ Under the Same Sky. Le han “liberado” de la clase para que me acompañen por el pueblo y me lo enseñen. Vemos el restaurante/pensión, la iglesia, el cementerio, el supermercado, centro deportivo… Me explican lo que tienen y me preguntan por lo que no conocen y que puede ser diferente en España. “Clase de inglés oral” porque solo hablamos en inglés. Además, han de pedir autorización en algunos sitios para poder entrar y han de dar explicaciones –cuando les ven fuera del instituto. Con lo cual también trabajan habilidades sociales. Y éste es uno de los objetivos que tienen más presentes los profesores del centro, pero también los padres y la sociedad danesa en general. Esta noche, por ejemplo, tuve una cena con estos mismos niños. Ellos cocinarán y hablaremos solos –no habrá ni otros profesores ni padres. ¿Y cómo fomentan estas actividades los profesores? Sugieren. Les dijeron que yo venía y que sería bonito hacer algo diferente después de todo lo visto y disfrutado en España y del esfuerzo hecho. Debatieron qué se podía hacer y ellos propusieron la visita por el pueblo y hacer una cena. En días sucesivos fueron organizándolo. El objetivo era doble: todo lo relacionado con la “bienvenida” (su asunción de responsabilidad, organización, permisos paternos…) y el resaltar esto ante los demás: toda la atención se centraba en ellos (fomentando su auto-estima) de forma que se hiciesen eco el resto de alumnos y sirviese como precedente para futuras circunstancias, como ejemplo. La cena ha sido muy agradable: me han enseñado la casa (comparándola con aquellas en las que estuvieron en La Mojonera) y luego hemos comido. Han hecho un esfuerzo por “darme” conversación preguntándome cómo lo veía todo, qué opinaba, el tiempo diferente… Luego la cosa ha ido volviéndose más natural. He aprovechado y les he preguntado qué les parece su instituto, la educación… Es llamativo que las asignaturas que más les gustan son matemáticas y física –las ciencias- porque las ven más útiles; no les gusta “jugarse” todo a un examen para conseguir el título, y se quejan de que tienen muchos deberes –a pesar de que tienen una tercera parte de lo que tienen los nuestros. Dicen que tienen muchos problemas para combinarlo con otras actividades (deportes…); los profesores apenas mandan tarea –por regla general son actividades no acabadas en clase. Asignaturas como el 2º idioma (alemán) no las ven útiles (pueden hablar inglés allí). Tras recoger, ya me enseñan fotos y videos de otros viajes que han hecho. Para terminar la velada, algunos padres recogen a sus hijos y hablo con los padres del anfitrión. Tienen mucha curiosidad por saber el motivo del job-shadowing. Tras explicárselo reconocen estar muy satisfechos con cómo funciona la educación en Dinamarca. Preguntan sobre España para tener otra referencia. Y, como decía, desde el primer momento en la educación danesa se fomenta la autonomía (en la guardería por las tardes les enseñan a desplazarse en bicicleta; entre las materias optativas –que cambian cada 6 meses- se les enseña a cocinar, coser…) y las habilidades sociales. Muchos alumnos hacen trabajo de voluntariado por las tardes (por ejemplo, dando clases de fútbol a niños más pequeños) para ir ganando dinero. Su objetivo principal es no ser una carga para los padres. Cuando acaban el 4º ESO, la mayoría de los padres les pagan un año en un internado haciendo un curso más. Puede ser sobre arte, deportes, refuerzos… No tiene una finalidad académica sino de madurez y autonomía. Los niños vienen más maduros tras un año de convivencia fuera. Algunos de estos centros están especializados; por ejemplo, hay uno muy famoso en que se trabaja la música y los coros y hacen tours por Europa. Después el alumnado hace bachillerato o un ciclo formativo. La costumbre después es –el año previo a la universidad- coger un año sabático en el que van de mochileros por el extranjero. El dinero que gastan es el que ellos han ido ahorrando –con trabajos esporádicos, voluntariado… Algunos padres ayudan, pero ellos están orgullosos de hacerlo solos. Tras este año van a la universidad infinitamente más maduros y con las ideas claras; entran más tarde pero no hay “cambios” de carrera y la acaban en tiempo. Todo alumno universitario recibe un “sueldo” del gobierno (entre 400 y 500 €). No es mucho para el nivel de vida: varios estudiantes viven en un piso de alquiler en Copenhague y con este sueldo pagan el alquiler. Viven de los trabajos que hacen en fin de semana/tardes libres… La inmensa mayoría ya es económicamente independiente. No está “bien visto” pedir dinero a los padres, les gusta buscar sus propias “soluciones”. Es decir, se les enseña a no ser dependientes. Autónomos, con auto-confianza. Con recursos. Creativos. Asumiendo responsabilidades.

No hay comentarios:

Publicar un comentario