martes, 24 de septiembre de 2019

Cooperative learning in Svendborg Day 2 2º día en el instituto. Tengo que dosificar un poco la información porque el flujo de ésta es constante. Hoy ha sido un día de aclarar más conceptos que podían haber quedado dudosos y de percibir pequeños detalles que se me habían pasado por alto. Por ejemplo, describí lo que había en las clases (pizarras, ladrones para cargar los ordenadores...) y hubo otros elementos que no mencioné: hay un microondas dentro de las clases para que los alumnos se puedan calentar su comida (porque comen en el instituto a la hora del recreo -que es su horario normal aquí). Estos microondas los han comprado los padres. Pero también hay un recogedor y un cepillo y es para que antes de irse definitivamente de la clase (porque acaba el día o bien porque dejan esa aula específica ese día) puedan dejar el aula limpia. Así que 4 alumnos en cada grupo-clase se encargan de dejar el suelo limpio, cerrar las ventanas, limpiar la pizarra, colocar las sillas en la mesa... antes de irse (se han de organizar entre ellos); y esta responsabilidad va cambiando cada semana. Los alumnos apenas cambian de aula: siempre están en la misma aula y eso es así porque apenas hay desdobles, por ejemplo, para refuerzos o grupos bilingües. Todas las necesidades se atienden dentro del aula (a través del aprendizaje cooperativo, con mayor ayuda del profesorado y -en casos excepcionales- si consiguen un profesor de apoyo (que entraría dentro del aula). Hoy por ejemplo, con un grupo de 2º ESO la profesora de matemáticas llegó, explicó la tarea que tenían que hacer y nombró a unos 6 alumnos (previamente me había comentado que en este grupo había un número importante de alumnado con dificultades) con los que salió fuera del aula a trabajar estas actividades de forma más guiada y asequible. Mi sorpresa fue que el alumnado que se quedó solo trabajó en silencio y autónomamente, sin necesidad de que entrase la profesora a llamar la atención en algún momento. Y esto me lleva a lo que quería destacar: la atmósfera que se respira en cuanto entras en el instituto. Es como estar en casa: hay mucha luz, mucha vegetación, hay fotos de alumnos en las paredes, las aulas son espaciosas, el ambiente es cálido, relajado, por todos lados hay esquinas con mesas y sillas en las que se pueden sentar para hablar, comer, leer... (es en una de estas esquinas donde se puso la profesora de matemáticas a trabajar con el alumnado con más dificultades), la biblioteca es como la sala de tu casa -con una decoración llamativa y cómoda que te invita a leer (hay puffs para sentarse en el suelo, por ejemplo), las puertas de las clases están abiertas durante las clases, una buena parte del profesorado come en el pasillo de forma que puede ver y es visto por el alumnado con naturalidad...En todo el colegio/instituto se respira tranquilidad y naturalidad.

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